La propuesta para la plaza de la música en Berlín parte de la necesidad de conectar dos puntos de especial relevancia dentro del urbanismo de la ciudad: la Potsdamer Platz y el Tiergarten.
A partir de aquí se introduce una gran grieta en el solar, atravesándolo en su totalidad y recorriéndolo desde el extremo más próximo a la Potsdamer Platz hasta llegar al hito visual situado a las puertas del Tiergarten.
Evolución
Partiendo de la idea de llevar el programa dentro de la gran grieta, se procede a introducir una serie de plazas temáticas que girarán en torno a la realización de espectáculos y conciertos musicales. Anexas a ellas y al recorrido interior que las une, se adhieren los espacios vinculados a la docencia y al ensayo, los cuales se abren o se cierran al exterior según las necesidades del programa.
El recorrido interior por la grieta culmina en la gran pieza próxima al Tiergarten, que alberga en su interior la gran sala transformable para diversos espectáculos, representaciones y conciertos. De esta forma se atrae el flujo de gente procedente de la Potsdamer Platz, invitando al visitante a recorrer la grieta desde el extremo sur.
De cara al exterior se pretende ofrecer a la ciudad la oportunidad de acercarse a escuchar música dentro de la propuesta, con el simple gesto de asomarse a la grieta desde el exterior, sin perturbar las circulaciones interiores y pensando las plazas exteriores a la grieta como plazas estanciales y de descanso.